miércoles, 2 de marzo de 2011

AL AGUA 23-12-1992

                    AL AGUA
        MAR PORTUGUÉS, PINTOR CASTELLANO


  Un pintor castellano que se identifica con el mar portugués y lo representa con los colores más claros y luminosos.
  Los cuadros de PASCUAL ARANDA representan la claridad del mar.
  El azul del mar como un reflejo inmenso del cielo y la luz del mediodía castellano sobre los campos. Una mezcla que no puede aportar más que serenidad y calma, la que dan los colores cálidos y los paisajes claros.
  Los reflejos y los cielos son dos de las características de la pintura de PASCUAL ARANDA, que decidió  <<contar una historia>> a través de la pintura, y quiso que esa historia fuera la de la región de Rota da Luz en Portugal.
  <<Quería ampliar mi temática. Siempre había pintado paisajes castellanos y quería pintar el mar. Dicen que los pintores castellanos no sabemos pintar el mar y quería demostrar que no es así>> explicó el pintor.
  Para lograr esa inquietud PASCUAL ARANDA buscó la misma luz de Castilla reflejada sobre el océano Atlántico.
  Sus paisajes y composiciones son siempre de naturaleza y gentes: él quiere contar historias, <<una exposición es una  historia, pero en vez de estar escrita está pintada.  Yo quería comunicar con mi pintura, dar a conocer una  región y aunar dos culturas tan cercanas>>.
  Los cielos en los cuadros de Aranda son algo muy peculiar, <<algo en lo que no me veo sujeto, un cielo puede ser amarillo, rojo, puede ser como yo quiera>>. Esa libertad en el cielo, ese salirse del paisaje a través del cielo es lo que da fuerza a muchas de sus composiciones.
  Los reflejos son otro de los elementos importantes en sus lienzos. <<La  imagen reflejada es dos veces vista y a veces con  más  intensidad que la real, por eso he querido que los reflejos sean algo destacado dentro de mis cuadros>>.
  Los atardeceres, el sol y ese reflejo  sobre el mar y la tierra, también tienen su puesto en la  exposición. <<Los paisajes no son sólo retratos hechos en un lienzo, sino que, partiendo de la naturaleza, el artista rompe su imagen todos los días y construye una nueva llena de belleza que transciende al espíritu>>, dice Rosario Carril. 
  La pintura de PASCUAL ARANDA es serena y clara, son paisajes transparentes en los que los cielos salen del cuadro en forma de mil nubes y los reflejos sobre el agua intentan explicar lo que se le escapa a la imagen real en forma de pintura.
  El paisaje de este pintor es capaz de explicar como si fuera un cuento compuesto por mil imágenes la cultura de una región como si sobre  el mar, sobre los barcos y las casas quedara un fantasma que intentara transmitir una forma de ser.

                                                 SARA ALONSO
r                       REVISTA METROPOLÍS



 


domingo, 13 de febrero de 2011

CATALOGO SALA ARLANZON DE CAJA BURGOS 1989

TU ALMA EN CASTILLA



  Tu alma, tu corazón, todo tu sentir se hunde como en
profundo letargo.


  Tu mente se ilumina como la aurora al amanecer que nos llena de vida.


  Tu mano no tiembla para plasmar con los pinceles a las gentes y la meseta castellana. En tus lienzos das una autenticidad pura de lo que sientes y dejas ver sin esfuerzo lo que has creado: austeridad y belleza; es como un movimiento compaginado de paisaje e historia.


  Pascual Aranda toma los tonos de un Angelus castellano, de códice miniado o pergamino monacal que nunca supo del cantar de gesta,.es el momento mágico del artista; presta calor, amor, porque en realidad es él quien lo crea


            
                    Pascual Aranda,
                    sigue pintando Castilla,
                    que, poetas como Machado,
                    la cantaron con sus poemas,
                    y tú la cantas, con pinceles en alto,
                    dejando nuestra tierra,
                    las aromas de tomillo,
                    y nubes que van pasando



                                Dora Mellado de Ganso
                                                    Poeta

jueves, 10 de febrero de 2011

EL NORTE DE CASTILLA 9 de Marzo de 1.988




                        
PINTURA
CON CASTILLA
AL FONDO
                                                                                                                            



  Nuestra región es la indiscutible protagonista de una exposición que puede contemplarse actualmente en Valladolid, en la Galería Olenka el pintor vallisoletano, Pascual Aranda, nos ofrece su versión de los paisajes de la tierra.



  En sus cuadros plasma aquello que siente como propio, los paisajes de la región, los rincones entrañables de nuestros pueblos, los campos y los palomares. Y lo hace con técnica y personalidad, consiguiendo llegar más allá de los lugares que ha elegido, como si quisiera salvarles de una muerte cierta al llevarlos a los lienzos.      Busca aquello que le impresiona en un momento determinado y lo interpreta estéticamente.

  En sus cuadros destaca además el colorido, fuerte y brillante.   Aranda ha visto la Castilla dorada de los campos de trigo y ha graduado su paleta con todos los ocres para buscar también el tono de los pueblos y los rincones.


  Junto a los óleos, Aranda presenta tintas. Su temas se hacen entonces más urbanos, los pueblos, los monumentos, las piedras y los edificios. Y con una extraordinaria minuciosidad, va manejando el pincel hasta el más mínimo detalle con soltura sin igual. Un claro ejemplo es la ciudad de Segovia, vista en conjunto quizá por primera vez con esta técnica.

  En resumen es una visión de la región, sublimada y añorante, porque el pintor no puede evitar tampoco el recuerdo a los que se fué con el viento de la modernidad.


                               MARIA AURORA VILORIA
                 EL NORTE DE CASTILLA 9 de Marzo de 1.988

PRESENTACION CATALOGO SALA D'ARTES EN GIJON 1989

                          UN SENTIR CASTELLANO




  Tras esa luz, clara y limpia, ¡qué color!; mece los sentidos, los campos y las calles se tornan apacibles y quietos. Diríase que, dominados por un movimiento, por estético es casi insinuante.

  Los lienzos de Pascual Aranda, desprenden ese sopor de tranquilidad, que invade la campiña castellana. Con trazos firmes y largos, los colores ocres, verdes, naranjas y en fin, todo aquello que nace de la misma tierra, se disponen, afirman y desbordan en un paisaje desdibujado, con esa precisión que sólo el artista sabe crear.

  Sin embargo, considero que lo más importante en los lienzos de Pascual Aranda es saber plasmar el sabor y sentimientos de un pueblo, encontrar ese punto de equilibrio entre lo formal y lo material de la inmensidad y sencillez de nuestra tierra.

  Es por tanto, Pascual Aranda, uno de esos artistas que nos inundan con su buen quehacer y digno de una exhaustiva contemplación de su obra, su tierra: Castilla.



                                                   VIOLA
                  Facultad de Filosofía y Letras de Sevilla

martes, 8 de febrero de 2011

Presentacion Catalogo por Godofredo Garabito y Gregorio


PAISAJES LIMPIOS, SEGUROS Y BELLOS


  Sus raíces se ahondan por tierras segovianas, con ojos abiertos al arte y a la vida, como los del acueducto que bimilenario se enseñorea de la ciudad que cantara hasta hace poco mi querido amigo el Marqués de Lozoya.

  Su nombre PASCUAL ARANDA, algo rotundo y sonoro, como si un breve verso quisiera decirlo todo con toda su fuerza expresiva.

  Su vida la pintura, su  lugar Castilla, su descanso: un remanso de paz en Palazuelo de Vedija.

  Palomares y trigales, tierras de color ocre y color rojo, cual si amapolas en flor se dieran cita para contrastar con rastrojeras y rebaños, bajo el cielo de Castilla, que no pareciendo nada lo es todo para este pintor altamente galardonado.

  Su juventud y madurez contrasta con el cromatismo y firmeza de sus lienzos y pinceles hasta llegar a comunicar, emocionando, el sentido del pintor que no es otro que el alma de su pintura.

  Desde que en 1980, saliera a la palestra de las exposiciones, ha sido una auténtica carrera de éxitos, habiéndole permitido pasear sus cuadros por las más importantes ciudades y salas de la Región Castellana. Hora es ya de que rompa las ataduras regionales y salir a todos los pueblos y ciudades para que el olor a mies de sus eras, la esmeralda de sus pinares, contrasten con el conjunto urbano de ciudades y villas por donde se hermanan casas solariegas con el modesto adobe: barro y piedra.

  Algunas torres silentes se elevan en plegaria sobre el maduro trigal, dando sombra al caserío que se siente seguro ante tal empaque. En tanto las acacias, las rúas porticadas, los majuelos, el dorado otoño, el pastor capitaneando su rebaño, se hacen atardecer y brújula, dando seguridad y sosiego, sin que el hálito de sus cuadros perturbe la paz de un hogar o de cualquier estancia. en tal medida que todo palpita y reza cual si una alborada con olor a romerales inundara de belleza y aroma unos paisajes limpios, seguros y bellos.

                                GODOFREDO GARABITO Y GREGORIO
     de la Real Academia de BB. AA. de la Purísima Concepción